He creado este blog para hablar a menudo de temas que me gustan como los juegos de azar y los casinos. Sin embargo, quiero expresar mi firme posición en cuanto al peligro de adicción que conllevan todas las actividades del juego y las apuestas, sobre todo cuando se trata de juegos online.
Todos sabemos que los juegos online son el ocio favorito para mucha gente en la actualidad, pero los jugadores que más juegan son cada vez más jóvenes y empiezan a jugar online desde una edad muy temprana. El peligro de adicción es siempre más grande en las edades frágiles de los adolescentes que aún no se han formado como personas con carácter propio y no saben distinguir bien lo que es realmente peligroso para su salud y comportamiento online.
Yo soy un jugador recreativo y me gusta relajarme jugando en algún casino online de vez en cuando, pero siempre lo hago con un plan previo de cuanto voy a gastar y nunca entro en el casino si no me siento bien. Según las estadísticas la mitad de los españoles juega de manera habitual en las quinielas, loterías, los bingos o en los bares de toda la vida. El juego siempre ha sido parte de la vida cotidiana en el país. Pero cuando hablamos de los juegos de azar online, siempre tenemos que estar muy atentos, ya que las tentaciones en el mundo virtual son mayores porque dan la sensación de una actividad inocente como es cualquier juego y al mismo tiempo parecen irreales. Uno no puede darse cuenta realmente del dinero que pierde porque no lo ve en sus manos y las pérdidas en la pantalla parecen solo unos números.
La adicción al juego puede ser más peligrosa sobre todo en juegos que implican solamente el puro factor del azar como lo son los juegos de bingo, lotería y máquinas tragaperras. Los juegos que tienen reglas específicas que hay que aprender para poder jugar como el blackjack o cualquier juego de cartas, son mucho menos adictivos. Estos juegos junto con la ruleta permiten al jugador aplicar estrategias y habilidades en el desarrollo del juego con el objetivo de ganar y por eso se pueden separar del grupo de juegos con mayor riesgo de adicción. El póker incluso se considera un deporte por parte de los jugadores y cada vez hay más profesionales del póker que se han convertido en estrellas de televisión porque utilizan sus habilidades en este juego y mantienen un nivel y calidad de vida muy altos gracias a sus ganancias en este juego.
Sin embargo, existen juegos como las máquinas tragaperras, por ejemplo, que tienen un mayor riesgo de adicción para los jugadores. Las máquinas tragaperras, el bingo y los juegos con resultado instantáneo ofrecen un modo de juego sin esfuerzo, sin conocimientos previos del juego, son entretenidos y dan la sensación que se pueden ganar muchos premios variados en poco tiempo. La adicción a este tipo de juegos se hace real de manera rápida y natural porque provoca dependencia del propio juego simplemente por el deseo de ver el resultado y porque los juegos de slots online son entretenidos, modernos, diseñados con la más alta tecnología y proporcionan mucha diversión.
Los juegos de casino online son cada vez más interesantes y entretenidos, ofrecen muchos premios y realmente es una buena forma de divertirse un rato. Pero nunca hay que olvidar que son juegos de azar y que siempre hay que jugar con la cabeza bien puesta. En cada casino online regulado se ofrecen secciones de ayuda a los usuarios con problemas, sobre todo ayuda profesional para jugadores adictos, pero siempre es mejor no llegar tan lejos y mantenerse en el nivel de diversión razonable y responsable. Los juegos de azar no deben ser un vicio sino una forma de ocio virtual consciente, sensato y moderado.
Hola a todos, me presento aquí para los que tienen curiosidad y quieren saber algo más sobre el autor de este blog. Me llamo Manuel, vivo en Madrid y me apasionan los juegos de casino. Alguien puede pensar que soy un adicto al juego, pero esto no es así porque lo tengo controlado ya que juego solo para divertirme y no para ganar dinero, aunque puedo decir tranquilamente que tengo mucha suerte en los juegos de azar.