La gente que sufre a menudo de dolor de cabeza y sobre todo los que padecen migraña, saben muy bien como las altas temperaturas en verano les afecta de una manera drástica. Este tipo de dolor es uno de los más desagradables y que nos hace sentir ineptos de hacer cualquier cosa normal de nuestra vida cotidiana. La sensación de este tipo de dolencia suele ser distinta según el caso, pero siempre es muy molesto y desgraciadamente muchas veces nos arruina las vacaciones veraniegas.
Hace unos años, en 2009, científicos israelíes demostraron por primera vez que existe una conexión entre las altas temperaturas y las cefaleas. Analizando distintos factores meteorológicos lograron comprobar que cada cambio con más de cinco grados en la temperatura influencia este tipo de dolor y los casos de cefaleas aumentan con un 7,5%. También han demostrado que la baja presión atmosférica también afecta a los que sufren de migraña.
Científicos americanos de la Universidad de Harvard han incluido también en sus estudios, los efectos de las actividades más veraniegas como por ejemplo las barbacoas y los helados. De todos los estudios del cerebro y su relación con los cambios en la temperatura ambiental, se ha llegado a la conclusión que incluso los helados pueden causar dolor de cabeza porque cambia bruscamente la temperatura en la boca. Han constatado que el flujo sanguíneo en la arteria cerebral anterior aumenta después de tomar un helado lo que conlleva a una sensación de dolor de cabeza.
“El cerebro es muy sensible a la temperatura, por lo que para asegurar que permanece caliente es lógico que el organismo desplace un torrente de sangre caliente cuando se detecta que hay riesgo de un enfriamiento”, dice Jorge Serrador de la misma universidad americana. Los estudios demostraron que los cambios súbitos en la temperatura, como por ejemplo el frio súbito del helado en la boca, cambian el flujo de sangre en el cerebro lo que provoca el dolor de cabeza. Por tanto, se recomienda poner algo caliente en el paladar, por ejemplo la lengua, para frenar el dolor.
Otro problema común en verano es el dolor de cabeza que se suele tener después de comer carne hecha en barbacoa. Esto se debe a los nitratos y nitritos que contiene la carne y que son unos de los causantes más frecuentes de las migrañas. El consumo de carne hecha a la brasa y los embutidos curados como el jamón, salami, las salchichas, etcétera, provoca una dilatación de los vasos sanguíneos que ensanchan las arterias del cerebro. Al mismo tiempo el paciente siente como se le calienta la cara y de repente empieza la cefalea.
Los demás factores que afectan a los que sufren de migraña en verano son el aire acondicionado que también es culpable de los bruscos cambios en la temperatura ambiental, la luz natural del sol que en verano es mucho más intensa que en las otras estaciones. El cambio de los ritmos biológicos y la falta de sueño, el calor y las exposiciones al sol, también pueden provocar un intenso dolor de cabeza. Algunas de estas dolencias más comunes se pueden evitar fácilmente siguiendo las recomendaciones de los especialistas de la Sociedad Española de Neurología publicadas aquí en esta página.